El
reto de la enseñanza, el teatro en la escuela
Llegó el día y la pregunta
silenciosa de algunos: ¿Valdrá la pena
dos días sin clase por esta cuestión del teatro? ¿Será de utilidad?, etc.
La experiencia que vivimos
durante las jornadas de la Feria de teatro nos propone un reto con nuestra tarea, con nuestras
responsabilidades y con el fin de motivar a los jóvenes para que el estudio sea
una actividad realizada con entusiasmo. Hoy es más difícil que años atrás,
puesto que reciben gran cantidad de información a través de todos los medios y
la que más les interesa es la que proviene del mundo de la comunicación visual. El atractivo de la
imagen, la eficacia de su inmediatez hacen de la enseñanza tradicional una
actividad poco estimulante.
Por eso es importante buscar estrategias
nuevas que nos permitan captar la atención y el interés del alumno. El teatro
es un elemento favorecedor de la comunicación y liberador, de forma controlada,
de emociones. Aporta el trabajo en equipo (socialización), integra a los
docentes y a los alumnos en un espacio común más próximo, y facilita nuevas formas de expresión y de
comunicación aplicable a cualquier área de estudio.
Debemos pensar que nuestro
objetivo ha de ser ayudar a cada joven a construir su propio conocimiento y sus
propios valores (Kami, 1982).
La experiencia teatral
integrada al campo educacional puede contribuir a la consecución de este
objetivo. Desarrolla cualidades y capacidades como la competencia lingüística,
sensibilidad literaria, observación, percepción, imaginación, experiencia,
dominio corporal o espíritu critico, que posteriormente se aplicarán en el
plano social, cultural o personal del joven.
Vicedirectora
Susana Zupanovich
No hay comentarios:
Publicar un comentario